domingo, 30 de julio de 2017

Crónica Ironman de Niza 2017 - 23 de julio

CRONICA IRONMAN DE NIZA
23 de julio 2017

Me voy de Niza con un punto de nostalgia por lo vivido, me ha parecido una ciudad muy bonita, acogedora y cosmopolita, algo caótica quizá también pero debe ser parte de su encanto. Aquí dejo un viejo sueño cumplido… ser Ironman era algo inalcanzable para mi hace diez años, “paradójicamente” hace ya algunos años, siendo ya vegano otros tantos años, llegaron los “y por qué no?” y también la idea de aprovechar el marco de intentar este tipo de retos para visibilizar el veganismo y ayudar en lo que a mis posibilidades me ofrecen a dejar patente las falacias ignorantes o interesadas que se dicen al respecto de una alimentación íntegramente vegetal. Precisamente por ser además una persona, un deportista con un “motor” de lo más normal (esto hay gente que no lo entiende, que no tengo genética en absoluto y que si consigo los retos que me propongo es por constancia, regularidad y amor a lo que hago, no por haber nacido privilegiado con una determinada genética), y eso precisamente es lo que le da más valor y más orgulloso me hace sentirme al mismo tiempo, porque muestra a cualquier hijx de vecinx que no soy nada del otro mundo, y que por tanto si yo puedo hacerlo, cualquiera puede, y por supuesto hechos son que físicamente desde que soy vegano puedo hacer cosas que cuando no lo era, no me atrevía ni a soñar.


Los sabios Ironman dicen que lo duro de un Ironman no es hacerlo, sino entrenarlo. Cuanta razón… ha sido una temporada muy dura, sobre todo porque he tenido que darle la cara a dos disciplinas que no son las mías y en la que todo sea dicho, soy bastante malo, como son la natación y la carrera a pie… ello al mismo tiempo suele hacer que pierdas algunas prestaciones en la bici, que es mi punto fuerte, o al menos el menos débil, ya que el cuerpo se ha de adaptar muscularmente y no ser tan monotemático digamos. Empecé la temporada con unas sensaciones muy buenas seguramente por el poso que me dejó la anterior, aunque todo se truncó en septiembre con un atropello de un coche que además se dio a la fuga cuando volvía ya para casa y me costó por suerte solamente la clavícula y una costilla fracturadas además de diversas heridas, afortunadamente la cosa no pasó de ahí y además mi bici salió increíblemente casi indemne… felizmente la recuperación fue rápida y bastante buena, la tercera semana ya estaba yéndome al gimnasio a hacer spinning, casi sobrándome ya el cabestrillo en el brazo. Ha habido días muy duros, de lluvia, viento y frío que es lo que menos me gusta, días que anímicamente ves por la ventana las palmeras meneándose y el día tan feo que hace y sabes que no puedes fallar, que sacar adelante entrenos en días así es lo que te da el plus necesario el día D. También días muy buenos, con sensaciones galácticas en las que vas con una pata y la boca cerrada, y acabas hasta sprintando… ahora puedo decir que todo ha merecido la pena, sobre todo por haber cumplido este viejo sueño con la equipación con la que lo he hecho, que como siempre me da ese extra de fuerzas cuando llegan los malos momentos y sabes que si tú lo estás pasando mal, no deja de ser el 0,0000000001% de lo que ellxs están pasando tras esos muros, que no puedes fallarles bajo ningún concepto, que mi sufrimiento es efímero mientras el suyo es contínuo e incontable a lo largo de su corta y miserable existencia… puedo correr más o correr menos, pero nunca puedo rendirme y sentir que les traiciono. Ellxs son mi pasión, mi orgullo y mi Estrella Polar. En una “humanidad” degenerada y podrída de valores, ojalá algún día nos demos cuenta que lo que el mundo necesita es que dejemos de ser más nosotrxs y empecemos a ser más ellxs, porque nos llevan años-luz, en pureza, en ausencia de maldad, en inocencia y en mil cosas más, por eso siempre me tendrán a su lado. Siempre. Otra cosa sería no poder mirarme al espejo por las mañanas.


La cuenta atrás de esta aventura empieza una semana y pico antes, salgo ya de vacaciones en el trabajo con la idea de dormir más horas, ir haciendo preparativos, pasar por el fisio, ir aflojando carga en los entrenos, etc. La verdad que en ese sentido muy orgulloso también, he pasado toda la temporada exitosamente sin lesiones ni molestias, algo que para alguien como yo que en especial no soy runner, no está nada mal después de unos 9000 kilómetros de bici, unos 1500 de carrera a pie y unos 150 de natación, además de gimnasio, que ha sido la cuarta disciplina que he cuidado para obtener un cierto equilibrio muscular en tren superior e inferior y ayudar precisamente a prevenir molestias y lesiones.


Siempre parto de casa hacia esas aventuras con un buen punto de tristeza por separarme de mis peques, en especial de los gatos que salvo los ratos diarios en los que una amiga vendrá a casa a cuidármelos, se quedan solxs, estando como están tan apegadxs a mi… también me ocurre con lxs perrxs pero este aspecto me duele menos porque se los queda mi buena amiga Graci, se lo pasarán pipa con ella y estarán acompañadxs la mayor parte del tiempo. En fin, es lo que toca…


Tras separarme de ellxs ya cojo carretera, en esta ocasión voy con menos ganas de volante que en otras ocasiones (de normal me gusta conducir bastante), mala ocasión he elegido para no tener ganas porque me voy a jalar unos 2500 kilómetros y además en solitario, iba a ir acompañado pero quien me aseguraba durante toda la temporada que se venía, a dos semanas me dice sorpresivamente que al final no viene, con lo que de añadido a tan corto plazo ya me quedo sin margen para poder embarcar a nadie, toco varias puertas pero ya sabía que era demasiado tarde, es complicado que sobre todo por el tema laboral especialmente, nadie pueda organizarse a tan pocos días vista para venirse 5 o 6 días… decido tomármelo con filosofía, ya he hecho alguna otra escapada en solitario, como cuando en 2011 me fui a los alpes suizos a participar en la Alpenbrevet Platinum y hacer cicloturismo por allí, y me lo pasé bomba. El único problema es tener algún accidente en el propio viaje o bien en el sector de la bici durante el Ironman, romperte algo, y verte solo… es lo único preocupante. Pero es lo que hay, así que me lo tomo con positividad y con el ánimo de disfrutar la aventura a mi bola, algo que suelo disfrutar de esa forma mucho también.


El destino del jueves previo al Ironman (domingo 23 de julio) es Sant Joan de les Abadesses, en el pre-pirineo de Girona, allí me encuentro con mis queridas amigas Celia y Mari Carmen, creadoras además de la asociación Gatos con Alma–Gats de Sant Joan, ayudan a las colonias de la población a poder subsistir, asisten a lxs enfermitxs… una labor titánica, ellas siempre me dicen que no son las heroínas que yo siempre les digo que para mi lo son,… pero para quien si que seguro que lo son (y esa es la única parte que cuenta en realidad) es para todas esas almitas felinas a las que ayudan, eso es demoledoramente cierto. Me da mucha pena pasar solo unas pocas horas junto a ellas y lxs peques, que además pasan volando, me han preparado una cena riquísima y así echamos un ratito estupendo, no puedo acostarme muy tarde porque mañana espera otro buen meneo en el coche, que además aún no sabía lo duro que se iba a hacer… aún así alargamos la hora de irnos a dormir todo lo que podemos, hablando de mil cosas. Es una cargada de pila total estas horas junto a ellas y lxs peques.



Por la mañana y tras disfrutar de un desayuno fenomenal que me han preparado, insisten en acompañarme hasta el super, prefiero hacer la compra para estos días en Francia antes de pasar los pirineos, que luego en los super franceses ni se lo que hay ni me entero de las etiquetas, mi francés es prácticamente nulo.


Así nos despedimos, aunque con el pensamiento de que a la vuelta paso a verles otra vez, eso me anima mucho. Antes de pasar a Francia, en la Junquera paro a asegurarme que tengo el roaming del móvil activado… correcto… pues no. Empiezan las historias de este viernes que se hizo muuuuuyyyy largo (como me decía Eze el otro día, empecé el Ironman antes de tiempo), al entrar en Francia mi móvil se va al carajo, no se qué le pasa pero no engancha red francesa, teniendo el roaming activado como decía, miro y remiro la configuración, la cambio por aquí y por allá una y mil veces… nada… “buscando red”, así se tiró los 4 días en Francia… carajo de móvil. Así empezaban ya dos preocupaciones: pensar en todxs lxs amigxs que cuando intentaran contactar conmigo para saber como me iba, no encontrarían contestación por mi parte y empezaran a pensar que me había pasado algo. Y dos, si tenía alguna movida, avería o accidente en carretera, y sin saber ni entender ni papa de francés, a ver que hacía… en fin, seguimos…


Justo al pasar los Pirineos ya me encuentro con lo que aún no sabía iba a ser una constante: los atascos en plena autovía/autopista francesa… Dios santo… lo que en teoría eran unas 6 horas netas hasta Niza, se acabaron convirtiendo en más de 8, que acabé haciéndolas además sin parar, porque (iluso de mi) pretendía llegar a tiempo para hacer el check-in del Ironman (cerraban a las 19:00) para no dejarlo para el día siguiente sábado, y así ir ya llevando cosas adelantadas, empollarme las “instrucciones” con más tiempo, etc. Tururú. Atascos hasta al salir de los peajes, de manera que tenías que esperar a meter la tarjeta de crédito hasta que el coche de delante no hubiera andado 3 metros para que dejara el hueco suficiente tras la barrera para que el mío cogiera… debe haber sido el viaje más desgastante que he vivido. Por si fuera poco en la segunda mitad, pasado Montpellier empieza a jarrear agua como pocas veces he visto… no se veía a 5 metros por momentos, lo que con el insufrible tráfico que había todo el tiempo, daba una sensación de inseguridad tremenda… menudo viajecito, madre mía.


Encima llevaba metida la ruta en el google maps, que por lo visto si la ha cargado teniendo internet, no importa que luego te quedes sin porque al tenerla ya trackeada, sigue funcionando. Pero soy tan gilipollas que no se me ocurre nada mejor en mi desesperación para intentar a ver si me funcionaba el móvil y enganchaba red, que reiniciarlo… por supuesto al montarse otra vez no solo sigue sin coger red, sino que además he perdido la ruta en el google maps, que ahora ya no funciona ni carga la ruta otra vez. Grande Perico. Mientras pienso si parar en alguna gasolinera a comprar algún mapa, me acuerdo del Garmin de la bici. No me tira ruta hasta Niza (no se por qué pero no funciona) pero al menos puedo ver los mapas que le tengo cargados, y así al menos veo la ruta que tengo que seguir y el nombre de las carreteras/autopistas por las que debo ir… en fin vamos apañándonos…


Por suerte no me equivoqué de ruta y estoy entrando en Niza sobre las 18:45, aún conservaba un hilo de esperanza de llegar a tiempo al check-in aunque a esas alturas creo que en mi interior sabía perfectamente que iba a ser que no. Atasco monumental a la entrada (como no) que además está en obras… le pito al del coche de al lado para preguntarle por donde se va a Promenade des Anglais (el paseo marítimo, donde se ha de encontrar la zona Ironman, y donde penaremos el domingo en la maratón), el hombre muy amablemente me dice que le siga.  Así hago y se desvía y despide dejándome a las puertas del paseo, ya veo el mar… bueno igual dilatan un poco el cierre del check-in y aún llego, ahora vamos a aparcar… lo meto en un parking lo más rápido que puedo pensando a ver si tengo un poco de suerte y la zona Ironman está cerca de la altura del paseo donde he plantado el coche… pero hoy especialmente Murphy estaba más presente que nunca… donde estaba la zona Ironman?: pues donde iba a estar… en el otro extremo del paseo marítimo, unos 6 kms hacia el otro lado. Eso lo descubriría una hora después, tras haber empezado a andar, y andar… y andar. Cojonudo, gastando energías a lo tonto… encima las chanclas que llevo me empiezan a hacer herida a la altura de las sujeciones del tobillo… sin comentarios.


Llego sobre las 20:00 a la zona Ironman, lógicamente cuando llego al check-in me dicen un “pa mañana” en francés… bueno, al menos ya se donde está la zona Ironman. Ahora solo me falta deshacer los 6 kilómetros para ir a por el coche (espero que no me hayan pegado un palo y me hayan robado la bici y demás, por cierto) y tener idea de a qué altura y donde está el alojamiento. Sin móvil y sin francés. Todo bien xD


Por supuesto ni me planteaba andarme otros 6 km, así que intento buscar un… taxi? (ahora que lo pienso, hay taxis en esta ciudad?, no recuerdo haber visto ninguno ahora que lo pienso). Le pregunto a un tío que está en la puerta de un negocio de alquiler, por suerte habla inglés porque aquí español no habla ni Blas. El tío está hecho un negociante y me ofrece un taxi pirata que me llevará de vuelta a mi coche y luego yendo detrás suya con el mío me llevará hasta el alojamiento que tengo reservado. 30 euros tendrán la culpa, tremendo sablazo pero llevaba un pete encima en todos los sentidos que no estoy ni para regatear, encima el tío todavía me dice que me hace un favor porque de normal eso serían 50 euros, que Niza es muy caro y tal. En fin, que si, que palante colega. Llama a un chaval que sería el conductor del Mercedes que me llevaría al coche, un tío muy simpático llamado Bessa, francés de origen argelino creo recordar, vamos hablando también en inglés, el tío es un máquina, licenciado en Económicas pero se tiene que buscar la vida como puede, las cosas no están en Francia muy distintas a en España… echa de menos a su país de origen y a su familia y le gustaría volver algún día, pero las cosas por allí están aún peor. En fin, el chaval se porta muy bien conmigo, llama desde su móvil al alojamiento y habla con la casera para decirle que llegaremos sobre las 21:00, también intenta infructuosamente ver que le pasa a mi móvil, dice que se apaña muy bien en ese sentido, mira también su configuración pero nada, se da por vencido… así llegamos por fin al alojamiento (yo ya a esas alturas más petado que la vida en todos los sentidos), la calle está en obras para variar y con un tráfico infernal, además chungo para encontrar aparcamiento cercano, dejo el coche como puedo, medio estorbando, y nos vamos al portón del piso que tengo alquilado para estos días, allí nos recibe un chaval con rasgos rusos (no se la causa, pero al parecer hay bastante población rusa en Niza) que debe ser el hijo de la casera, bastante simpático el chaval, me enseña el piso, pequeño y modesto pero acogedor. Confirmo felizmente que tenía wifi sobre todo para poder darle noticias a todxs lxs amigxs que habían tratado de contactarme y que no sabían nada de mi durante todo el día, ese era el gran agobio que llevaba. Subo todas las cosas del coche y tras bajar, dar varias vueltas acechando en plan águila, increíblemente encuentro un aparcamiento relativamente bueno y cercano al piso para el coche… por fin aterrizo definitivamente en el alojamiento tras despedirme del bueno de Bessa, al que con toda la sangre fría del mundo, le doy 10 euros extra de propina por lo bien que se ha portado conmigo, ya de perdidos al río, que más dan 30 euros que 40 xD


Gloria bendita la ducha que me pegué, la falta que me hacía. Tras prepararme algo de cenar, tonteo algo con el móvil mientras hago un poco la digestión, y tras un rato me pongo las zapatillas y me voy a trotar un rato al paseo marítimo, y así de paso voy situando la distancia y la ruta que tengo del piso a la zona Ironman. Un par de kilómetros solo… bueno, ni tan mal… la madrugada Ironman me iré dando un paseíto para ir espabilándome.


Me encanta el paseo marítimo de Niza, es un hervidero de gente de todo tipo, músicos, vendedores, patinadores haciendo cabriolas, gente haciendo footing, etc. La noche es cálida y disfruto del momento, por fin he aterrizado, el día ha sido duro y me ha puesto un poco a prueba, pero al fin y al cabo todo bien, quizá así mi Ironman sea un poco más mítico jeje

 

Me hago unas fotos junto al mítico arco de meta, que ya está montado… sueño con pasar debajo suya con mi equipación vegana en un par de días. Se que lo voy a dar todo por conseguirlo, eso es seguro.

 
 Aunque estoy muy a gusto, también estoy algo cansado, así que no me quiero emparrar mucho, mañana quiero estar temprano en el check-in, nos piden un certificado médico y antes de partir conseguí que mi médica de cabecera me hiciera uno que daba una pinta bastante chapucera y no estaba nada seguro que me lo admitieran, así que mejor ir pronto por si tenía que buscarme la vida para que algún/a médicx francés/a me hiciera otro. Además tenía que rodar un rato con la bici para comprobar que estaba ok, y pegarme un pequeño nado en la playa. Luego a preparar todo el material ya que según mi dorsal tenía que dejar la bici y lo demás de 15:00 a 16:00 horas, es decir, había tareas que hacer al día siguiente.


Caigo bastante rendido en la cama, es un poco dura pero como suele ser habitual en mi, no tardo ni 5 minutos en quedarme frito y menos tras el exigente día que me ha caído en todo lo alto.


Me despierto temprano el sábado, bastante antes de que suene el despertador, ya que las excavadoras de las obras de la calle empiezan su particular concierto bien temprano, así que antes de las 8 ya estoy en pie… bueno, luego me “obligaré” a no echar la siesta y quizá así luego a la noche me cueste menos dormirme con la tensión previa habitual al gran día…


Desayuno un poco de fruta y leche de soja con café y muesli con chocolate, y me voy ya con la bici a ir probándola y así llegar tempranito para el check-in. Hago una ida y vuelta al paseo marítimo por su estupendo carril bici, aún no sabía que el carril bici sería el mítico camino de vuelta de las idas y vueltas de la maratón del IM. Todo bien en la bici, que a esa hora ya es un hervidero de otros ciclistas haciendo lo mismo que yo, además de patinadoras/es y runners.


Llego a la zona Ironman con la preocupación de si me cogerán el certificado médico o no lo harán y tendré que irme a buscarme la vida para conseguir otro que les valga (y gastarme otros 30 eurazos para semejante tontería), cada vez que miro el trozo de papel manuscrito y casi ilegible que me hizo mi médica, estoy prácticamente seguro que me va a tocar ir a que me hagan otro, pero cuando llego al check-in me lo cogen prácticamente sin mirarlo… fiu fiu!!, hoy es mi día jeje otros 30 euros por la licencia del día al no estar federado, que se suman a los alrededor de 600 que ya pagué en noviembre por la inscripción (por suerte no he tenido lesión ni cualquier otra historia que me impidiera venir finalmente, años atrás me consta que ofrecían un seguro por el que te devolvían el dinero si finalmente no podías asistir, pero este año no lo ofrecían, así que me he tirado todo el año cruzando dedos para que no me pasara nada que me impidiera venir, primero por poder venir claro está, y luego por los 600 € de la inscripción más los 340 del piso alquilado y que también tuve que pagar ya allá por noviembre, también sin posibilidad de recuperarlo si por lo que sea no podía venir). Lxs voluntarixs super-simpáticxs y atentxs, por suerte hablan inglés e incluso una chica un poquito de castellano. Tras el check-in me voy unos minutos a la carpa del  merchandising Ironman donde compro algunos regalos y algo también para mi, y luego a las carpas de todas las marcas que allí se promocionan. Me hago alguna foto y tras todo me voy para casa a ir organizando las cosas.

 Madre mía cuantas pegatinas… para el casco, para la bici, para las bolsas de transición y la de calle… hasta una bolsa por si llevas a alguien acompañándote “fan del 1347”, que locura… también los calcos para ponértelos en brazo, pierna y gorro de natación… la virgen cuanta cosa… hasta una pulsera verde para “anunciarte” como próximo Ironman y que nunca me llegué a poner. Por pura superstición, no hay que vender el tofu antes de tenerlo jeje no quiero dar por hecho que voy a ser Ironman antes de serlo. Se que daré todo pero me enfrento a algo nuevo y bastante distinto en ritmos y en todo a los retos que he venido haciendo últimamente. Voy a hacer la primera maratón de mi vida (he corrido varias medias maratones, incluso un par de ellas dentro de los dos medios ironman que he hecho, pero jamás una maratón), y la voy a correr dentro de un Ironman (tras 3,8 kms de natación y 180 kms de bici, bastante duros además por el desnivel acumulado).



Tras darle el coñazo bastante a Juangre (que es Ironman de Niza 2011) por whatsapp con el asunto para que me resolviera dudas una vez más (pobrecillo, se ha ganado el cielo conmigo), dejo ya todo organizado, bici, bolsas de transición, etc., y tras ello me voy a la playa con el neopreno a nadar 10 minutillos… el mar está bastante movido con bastante oleaje y solo piensas que ojalá mañana no esté así porque miau… pero bueno, de normal a las 6:30 a.m. cuando nos tiran al agua, en teoría ha de estar aún tranquilo.


Vuelvo a casa, endulzar el neopreno como siempre, duchita y a comer algo, la comida pre-ironman ha sido una ensalada compuesta de lechuga (como no jeje), garbanzos, espinacas, aguacate, espárragos, arroz basmati, cebolla, sal y aceite (por la tarde meriendo melón y sandía, y por la noche la cena sería un revuelto de tofu con cebolla, tomate, sal y un poquito de cúrcuma), como véis todo “carísimo” e “inaccesible” como suelen decir de la “sofisticada” comida vegana.

 


Se me está haciendo un poco tarde pero bueno, tampoco hace falta llegar a las 15:00 a dejar las cosas, así que como tranquilamente y cuando acabo me voy para allá, llego a las 15:45, antes había olvidado reseñar las medidas de seguridad que hay, recordaréis que el año pasado hubo aquí un terrible atentado en el que un psicópata se llevó por delante a un montón de gente con un camión. Así que desde el primer día se ven militares, metralleta en mano, vigilando el paseo marítimo, y para acceder a la zona Ironman también te pasan un scanner de mano y te miran los bártulos. Dejo la bici en su sitio… que pena me da siempre dejar a mi nena, y entrego las bolsas de transición a lxs voluntarixs que las recogen en mi pasillo, todo perfectamente organizado, hasta un voluntario me pone un imperdible extra a las dos sujeciones de la cinta de mi cintura que sujeta el dorsal.

 Bueno, ya están hechos los deberes hoy, las 4 y pico… me voy a buscar un bareto a ver si veo el Tour, ya que en el piso la antena de la tele debe estar averiada dado que no coge ningún canal (para el francés que entiendo tampoco es problema), paso por la zona de restaurantes y bares que hay junto a la zona Ironman y me llama la atención que en la mayoría de sitios no se ve que haya televisión, cuando en España te ves una o varias en cualquier garito. Finalmente encuentro una cervecería irlandesa bastante chula donde me veo la contrareloj del Tour tomándome una birrita fresca. Se ven por allí también a otrxs participantes en el IM haciendo lo mismo que yo. Acabado me voy para el piso dando un paseíto tranquilo, el día ha ido bien pero tampoco he dormido ni descansado mucho, seguramente me vaya bien para dormirme no demasiado difícilmente, o eso espero, ya que además tengo planeado irme a dormir sobre las 22:00 (ya que tengo puesto el despertador a las 04:15), y madre mía, la última vez que me fui a dormir a las 22:00 sería cuando veía a Casimiro y tenía 12 años…


A todo esto pongo la alarma en el móvil y de pronto me invade una sensación de pánico al pensar que se le pueda ir la olla al móvil y no suene a las 4:15, por suerte caigo en la cuenta de que el Suunto lleva posibilidad de alarma, así que lo pongo también (por suerte a la hora indicada sonarían ambos jeje)


Termino de repasar y ordenar lo que me tengo que llevar mañana, todo bien organizado sobre el sofá: gorro y gafas de natación, el microchip dentro del gorro para que no haya manera de que se me olvide, el Suunto (el gps de muñeca), las cintas-pulsómetro para el Garmin y el propio Suunto, el neopreno… le das mil vueltas a todo, al final es bastante material y nada puede fallar, de manera que haces mentalmente el proceso de pensar y visualizar todo lo que necesitas para cada sector y si lo tienes preparado ahí o ya en las bolsas de transición que dejé.

 Tras leer, recibir y contestar en la medida que pude todos los mensajes de apoyo y ánimo que recibí de tanta buena gente que me ha estado empujando en esto de una y otra forma, me voy a la cama al final casi a las 23:00… bueno tampoco me iba a dormir fácilmente antes, no pasa nada… por suerte y aunque ya estaba mi cabecita “centrifugando” bastante, consigo dormirme relativamente fácil, haciendo los ejercicios de respiración que me enseñaron mis queridxs Diana y Luismi, habían querido venir pero les coincidía con una carrera de montaña que tenían ese mismo finde, hubiera sido una pasada tenerles aquí, cuanto me dieron en la transpi y cuanto me habrían dado aquí, les llevo conmigo en todo caso y esa misma noche me dan ánimos y unos últimos consejos para la relajación, son unxs maestrxs en esto y en todo.


A la 1 y pico de la madrugada me despierto para ir al wc y luego lo que pasa… me tiro un buen rato dando vueltas hasta que consigo volverme a dormir. A las 4:15 suenan las alarmas y me levanto dando un bote prácticamente. Tengo un punto de nervios pero en el fondo estoy deseando empezar, toda la temporada rumiando esto y por fin aquí estamos, con los “deberes” hechos lo mejor posible, sin lesiones ni historias,…  hoy toca firmarlo Perico, lo has hecho bien joder, lo vas a hacer bien,…


Desayuno un par de plátanos, leche de soja con café y muesli con chocolate, y unas onzas de chocolate negro. Poco después, pongo camino hacia la zona IM… las 5 y pico de la mañana, aún es noche cerrada aunque conforme paseo por el paseo marítimo, embriagándome de la brisa marina, se va adivinando el amanecer sobre las montañas, mientras del aeropuerto en dirección contraria no hacen más que despegar aviones y solo ves las lucecitas parpadeantes en el cielo.


La peregrinación de triatletas conforme me acerco a la zona IM es mayor, y hay de todo, gente que bromea y se le nota relajada, aunque la mayoría de la gente va en silencio, concentración y quizá respeto o incluso miedo al día que nos espera…


Llego junto a mi bici, mientras la madre naturaleza me pide volver a ir al wc, siempre tocan 2 o 3 visitas al Sr. Roca antes de un evento de este tipo para garantizar el éxito jeje por suerte en ese sentido todo va bien y tras hacer algo de cola ya que a esa hora todxs vamos a lo mismo, hago lo que toca en uno de los wc portátiles que hay habilitados. Tras ello me pongo bastante de vaselina en la sobaca mora, en los pezones, cuello, etc., que sino luego del más mínimo roce con cualquier costura etc., acabas haciéndote hasta herida y sangre. Me pongo el neopreno, un triatleta vecino me ayuda a subirme la cremallera y yo hago lo propio con él, nos deseamos suerte mientras nos sonreímos en plan “vaya diita nos queda por delante compadre”.


Nos vamos todxs hacia la zona habilitada para dejar la bolsa “de calle” con chanclas y los últimos bártulos que dejas hasta quedarte ya pelado y descalzo con el neopreno, gorro y gafas de natación… dejo la bolsa y ya nos vamos hacia la salida, 6:15, quince minutitos y al agua patos, veo a un japonés con la bandera de su país pintada en ambas mejillas calzándose el neopreno, nacionalidades muy diversas,… me voy padentro a probar el agua… joder las míticas piedras de la playa de Niza, encima con lo sufrido que soy yo para clavarme nada en las plantas de los pies… el agua está incluso caliente a esas horas, espero que ni se les ocurra prohibir el neopreno porque me matan... enseguida avisan por megafonía que nos salgamos del agua, y felizmente avisan que por muy poco ya que la temperatura del agua está justo por debajo del límite, nos permiten el uso del neopreno (para los pros prohibido), fiu fiu!!!!, todo el año con el corazón en la boca por el asunto, menos mal, en el caso de los malos nadadores como yo, llevar neopreno o no llevarlo es el día y la noche, porque te endereza mucho en cuestión de flotabilidad y deslizamiento.  Bueno, empezamos bien antes de empezar uffff con puntualidad a las 6:25 dan la salida a lxs pros, y a las 6:30 a lxs “mortales” jeje yo me he ido a la parte de atrás, tengo prácticamente pánico a llevarme de hostias, tal y como me pasó en mi primer triathlón (el medio ironman de Arenales hace año y medio, que me las llevé hasta en el cielo de la boca), así que prefiero ceder tiempo ya de inicio pero poder coger agua y no vivir en el agobio para ganar 5 o 10 minutos en una prueba que será de 12-13 horas y ya empezar con toda esa tensión. Vamos avanzando muy lentxs conforme entran en el agua lxs miles que tenía delante, y unos 12 minutos pasadas las 6:30 me tiro al agua por fin… que maravilla, nada de agobio, algún encontronazo casual con algunx pero si vas controlando puedes ir cogiendo agua bien, no voy muy agobiado de respiración, a todo esto el agua está bastante tranquila aunque un poco turbia y tampoco es que se vea demasiado claro, pero bueno lo suficiente. No se me mete agua en las gafas, que últimamente me están dando problemas en ese sentido. El circuito es un primer bucle rectangular de 2400 metros y luego casi en la orilla de la playa nadas hacia otro bucle más pequeño y también rectangular de 1400. Todo va mejor de lo esperado… se me pasa relativamente rápido el primer largo hasta la boya del fondo, incluso el giro no está muy agobiante de gente, pronto también llego a la otra boya que nos hace girar para la playa, le echo un vistazo efímero al reloj y veo solo 26 minutos, joder que bien voy!!, empiezo a hacer cálculos y más cálculos matemáticos, y me creo que a ese ritmo puedo estar saliendo del agua en 1h15min o incluso en menos… joder esto es cierto?, de maravilla!, veo que me he ido un poco hacia afuera y me trato de ceñir un poco más a la línea de boyas, no hay mucha gente y puedo hacerlo sin problemas… llego a la boya de la playa en 50 y tantos minutos, voy más o menos en la idea que llevo, quizá ya va a estar caro esos 1h15min pero bueno, ya firmo los 1h20min con lo pésimo nadador que soy… vamos con el largo hacia dentro del mar del bucle “pequeño”… pequeño?, joder se me hace larguísimo ese largo!!, más largo que el del bucle grande, como es posible?. Por fin tras sacar la cabeza seguramente más veces de las imprescindibles empiezo a divisar donde giramos a izquierdas, tras hacerlo llegamos esta vez si rápido, a la otra boya que ya nos encara hacia la playa definitivamente, se forma ahí algo de pelotera esta vez y un tío delante mía está nadando a braza y me llevo una pequeña coz en la cara, cuando tira la siguiente coz le doy un manotazo en la pierna para que sepa que hay alguien detrás y recordarle que no está nadando solo, esto es la ley de la selva cuando la cosa se pone apretada. Voy mirando el reloj ya más de lo que debería de nuevo, y veo que de 1h15min nada, ya que haga 1h20min y gracias… ya solo hago que sacar la cabeza para echarle un ojo al arco de PowerBar que nos marca el punto de llegada a la playa… joder no se acerca, lo veo igual de pequeño… por fin ya se hace poco a poco más y más grande y empiezas a ver el fondo empedrado del mar mientras nada hasta que por fin puedes hacer pie, la salida del agua es muy escarpada y empedrada, hay varias voluntarias que te echan una mano a ponerte en vertical y no resbalar al hacer esa pequeña escalada a las piedras, y es que se sale un poco zompo de la natación además.

Conseguido además lo más importante, que nadie me diera un tirón de la cadena de mi cuello de la que cuelga el anillo de mi madre, no quería dejármelo en el piso y quería llevarlo conmigo, a pesar de que pudiera existir ese riesgo supuestamente pequeño… se me va el anillo de mi madre al fondo del mar y me da algo…



1h23min, bueno Perico, no está mal, hemos salvado bien el agua que es seguramente mi peor sector, por suerte también el menos trascendente en volumen de tiempo de los tres. Voy entre andando y corriendo por el pasillo que nos lleva a box. Miro el Suunto y me marca… 4400 metros… mande? (creo que siempre me marca de más, y de añadido habré zigzageado más de la cuenta claro). Trato de no agobiarme para hacer la transición, sobre todo que no se me olvide nada, me saco el neopreno y con él el reloj y el chip del tobillo, me pongo casco, el Garmin para la bici, mis barritas y geles veganos… vamos Perico, ahora empieza lo tuyo…


Mi bici está entera y en su sitio, y con las ruedas ok (no las desinflé el día previo al final, tal y como suelen aconsejar por riesgo a que exploten con el calor). Salgo de box y pasado la línea a tal efecto, los árbitros ya nos dan permiso para montarnos, empezamos a pedalear… cabeza Perico, que luego te cae una maratón en to lo alto. El Garmin no marca pulso, que mierda de cinta, en cuanto se moja con agua marina, adiós… por suerte llevo el Suunto, lo pongo a funcionar y si marca pulso, que lo llevo bastante alto, la adrenalina y emoción del momento supongo… ya irá yendo a su sitio, trato de ir por sensaciones… desde el primer momento voy pasando a bastante gente sin el menor esfuerzo, me obligo a mirar el pulso a ver si me estoy poniendo mu flamenco, como diría mi madre, pero voy bien, llanos a 130ppm, nada del otro jueves… nos acercamos a ese mítico muro que hay en el km 5, será para tanto????, la respuesta definitivamente es: SI!!!, joder menuda encerrona, no recuerdo bien pero creo que el Garmin me marcaba por momentos 18-20%, la gente penando  y retorciéndose como culebras, ciclistas que directamente se bajan y se ponen a andar cuesta arriba… yo voy bien, incluso sentado voy con buenas patas y solo me levanto porque de la pendiente si voy sentado la bici me hace caballito, la cosa es que si te ponías de pie, por la propia pendiente te derrapaba de atrás incluso con asfalto limpio. Bastante gente en la parte de arriba animando… bueno primera prueba del algodón y las patas van cojonudas. Sigo rodando, la carretera ya va picando para arriba casi todo el tiempo en busca del gran puerto del día, el Col del Ecre. A todo esto me pasa el personaje del día, que panzada de reir, un tío off-ironman que se había metido con su bici de hierro, con unas bermudas que dejaban ver la mitad de su trasero, camiseta, riñonera y gorra hacia atrás, estilo Thomas Voeckler (caritas, lengua fuera y baile discotequero de bici) me pasa y se me queda mirando a ver si le cojo rueda, yo pensando “si supieras el día que me queda por delante chaval”. Alcanza a una chavala que iba delante mía y hace lo propio, además diciéndole algunas cosas en francés que yo lógicamente no atinaba a comprender, como retándola o así, hasta que se le va a ella también… que personaje, y así se fue yendo hasta que kilómetros más adelante me lo encontré por ahí parado, genio y figura jajajajaja


Noto que se me cae una barrita energética del pequeño bolsillo que lleva el mono, pues vaya gracia, espero no echarla de menos luego… y que no lo haya visto un árbitro y me vaya a penalizar por ello, con lo cuidadoso que soy yo encima de normal para no tirar nunca nada al suelo…



Pensaba que el Col era algo más tendido, pero tiene tramos que se pegan bastante, sigo en mi tónica de seguir pasando ciclistas y más ciclistas mientras miro el pulso y veo que voy en los términos correctos, entre 140-150ppm, sin pasarme de listo. Llegamos arriba del Col y me veo a bastante gente en el penalty box, no pensaba que pudieran sancionar a tanta gente, aunque la verdad que la gente chupa rueda de forma bastante descarada, yo la verdad no me como mucho la cabeza y voy bastante a lo mío. Tras coronar, nos quedamos cresteando por allí arriba rondando los mil metros de altitud, subiendo y bajando pequeñas cotas, rampas y toboganes, a esas alturas ya se ha montado un viento oeste bastante minino que no te dejaba ni acoplarte a gusto, y por la dirección que llevamos en la ruta, lo llevamos de morros o lateral en el mejor de los casos según se gira. Sigo tranquilo, es lo que hay, mejor no forzar, como siempre me aconsejaba Juangre, tratar de ganar 5 minutos en la bici te puede costar media hora en la maratón…



Los avituallamientos como siempre con voluntarixs super majxs y atentxs, desviviéndose para que no te falte nada a tu paso. Lo malo es que la bebida la tenían del tiempo (te veías las botellas de agua empaquetadas y nada de neveras, barreños con hielo para mantener el agua e isotónico frescos), y como el día estaba ya bastante caluroso, pues el resultado es que más de una vez tuve que escupir lo bebido de lo angustiosamente caliente que estaba…


Voy bastante cuidadoso de que ningún árbitro me saque tarjeta o me descalifique por hacer drafting (para quienes no sabéis que es esto, está prohibido ponerse detrás y coger el rebufo de otrxs ciclistas), hay bastantes árbitros que me pasan continuamente en motos, vigilantes de que no haya incumplimientos en este sentido, de hecho en un momento dado veo que uno le echa la bronca a un grupo que se había juntado delante mía y al que yo le guardaba la distancia para evitar precisamente historias… no me perdonaría que me descalificaran por nada de esto después de haber llegado hasta aquí.


Voy con un poco de hambre, ya me he comido la barrita que me quedaba y el par de geles que llevaba, ahora me acuerdo de lo bien que me habría venido aquella barrita que se me cayó del bolsillo…


A la altura del km 120 se hace un bucle donde primero vas subiendo con viento de cara y cuando das la vuelta se vuela picando hacia abajo y con viento a favor, preludio de la última cota antes de ya por fin empezar en el último tercio del sector a bajar e ir perdiendo altitud hasta llegar a Niza, en esa subida alcanzo a un ciclista español que creo recordar se llamaba José Miguel, de Valencia, tras hablar poco o nada últimamente por el tema del idioma, agrada cruzar unas palabras con alguien, aunque poco a poco se va quedando atrás y creo que ya no nos volvimos a cruzar… sigo con buenas piernas aunque ya me noto cierto castigo, más del que me gustaría… las badanas de los monos de triatlón acaban por tener que valer tanto si corres un triatlón sprint como si haces un Ironman, no es gran cosa con lo que llevo ya el culo como un bebedero de patos. Otro problema que llevo rumiando ya desde hace un rato es el de las zapatillas. Hace meses me acabaron por petar mis zapatillas Time, que eran cojonudas y de horma más ancha y que por tanto me daba más comodidad en el pie sobre todo en tiradas largas… así que bueno, lo malo de ser pobre es que si no te cuadra, no te puedes comprar otras zapas en cuanto quieres o las necesitas, con lo que tuve que tirar de mis viejas Sidi, unas que tenía hace años en reserva, con la horma más estrecha y que en tiradas largas me acaban por hacer ver las estrellas sobre todo en el pie izquierdo. También me empiezo a notar los isquios algo cargados, pero esto nada fuera de lo habitual tras 180 kms de bici con unos 2000 y pico metros de desnivel (2200 oficialmente). Resultado, posturalmente iba ya un poco castigado y realmente con ganas ya de soltar la bici y ponerme las zapatillas de running. Vivir para creer Perico, que tengas ganas de soltar la bici y ponerte a correr…


Tras unos pocos kilómetros de llaneo previo, llegamos de vuelta a Niza, recorremos de vuelta el paseo marítimo y llegamos a zona de boxes, pie a tierra (objetivo fundamental de este sector conseguido: no dar una hostia, romperme algo y verme allí solo para volver a casa no se como) y a hacer la transición, esta la hago bastante más rápido, no es tan laboriosa como la primera… y allá vamos, la maratón se trata de hacer 4 idas y 4 vueltas al paseo marítimo, con un largo de unos 5 kms y pico cada uno. Empiezo en la idea que llevaba, con un ritmo de 5’15”-5’30”/km, me encuentro bien para llevar ese ritmo, pero… los sabios Ironman dicen que “el Ironman empieza en la maratón”, cierto de nuevo, pronto empiezo a comprobar que se me va escapando gotita a gotita el ritmo, casi de forma imperceptible, ya en el primer giro, allá junto al aeropuerto, noto ya como que me han atado a los tobillos los primeros saquitos de arena, tan invisibles ellos... tan pesados ellos. Primera vuelta y pulsera roja (a cada vuelta completada te van colocando sucesivamente pulseras roja, azul y amarilla en la muñeca, completada la cuarta vuelta ya entras en meta), ufff me ha costado, se me ha hecho pesada completarla… pues es pronto ya para esto Perico. La idea que llevaba de ir reservón en al menos la primera mitad de la maratón para luego conforme viera que podía, ir abriendo gas progresivamente, empiezo a ver que se va al traste poco a poco (que bien se planean las cosas echado en el sofá o sentado en la silla, a 60 pulsaciones por minuto) y empiezo a darme cuenta que si puedo sostener el pulso siquiera en unos mínimos, ya me puedo dar con un canto en los dientes… segunda vuelta y ya empiezo a rondar un ritmo de 6’00”/km… se me hace bastante dura y pesada esta segunda vuelta también, empiezas a tener ganas de llorar de pensar que aún te quedan 4 largos… sabes que lo vas a hacer, pero empiezas a no tener demasiado claro como… pulsera azul, cuando me la ponen empiezo a emocionarme… bueno Forest, ya que has llegado hasta aquí, no vas a joderla ahora no?...



Quinto largo (tercera vuelta), adelanto a gente que ya va andando, alguna de ella no lleva ni una pulsera puesta aún, me parece una pesadilla ponerme en su piel y me pregunto a qué hora van a llegar a meta… a estas alturas la banda sonora eran las sirenas de las ambulancias, parriba y pabajo, te veías a los del puesto médico pidiendo camillas, gente con las manos en la cara inclinada con la cabeza sobre un bolardo, que aparentemente no puede seguir… madre mía vaya sangría… mientras tanto yo sigo, viendo como está la cosa, ya me puedo dar con un canto en los dientes con que no tengo molestias musculares, ni flato (que he sufrido muchos días durante la temporada sobre todo cuando forzaba), llevo los pies bastante bien para la altura a la que estamos (evitaba pasar por debajo de las duchas que habían habilitado para que los triatletas nos refrescaramos a nuestro paso, para no mojarme los calcetines demasiado pronto y que me pudieran salir ampollas… a pesar de que apetecía y mucho). El calor está apretando de lo lindo, por suerte a mi me va mucho mejor que el frío. Claramente a mucha otra gente se le hace el asunto bastante insoportable ya a estas alturas. El pulso se me está apagando, empecé a 140ppm, pero poco a poco se me fue bajando hasta que ya podía dar gracias de llevarlo a 120ppm, eso si, de andar nada… tengo respeto máximo por cualquiera que haya pasado por esto, pero para mi andar la maratón de un Ironman, no es ser Ironman, así que no andaría bajo ningún concepto, salvo al paso por los avituallamientos, cada 1,7 km, donde sistemáticamente me comía dos trozos de naranja y uno de plátano, y eso si, cada vez usaba más los vasos de agua para echármelos sobre la cabeza que para bebérmelos (por suerte aquí si estaba más fresquita al menos el agua, el isotónico no tanto), cada vez me costaba más comerme la naranja y el plátano, y cada vez tenía más ganas de vomitar solo de pensar en comer nada, aún así me iba obligando. Se me iba yendo el ritmo poco a poco, en la misma medida que se me apagaba el pulso… pero seguíamos corriendo. Llevando la ropa que llevaba puesta, nadie me iba a ver arrastrándome, eso seguro. Me veo al inconfundible japonés de esta mañana tirado boca arriba en el césped que separaba la ida de la vuelta, con las manos puestas en la cabeza, totalmente k.o., y aún no llevaba puesta ni una pulsera…


Me estoy meando y no puedo más, me paro en un wc portátil porque voy a reventar, mientras meo escucho al que está en el wc de al lado, vomitando como si no hubiera un mañana… madre mía…


Los últimos 500 metros de la vuelta son un baño de masas, niñxs que te ofrecen las manos a tu paso para chocártela, gente que se fija en el dorsal y te grita tu nombre dándote ánimos, bramando horas y horas, lxs francesas/es te gritan constantemente “courage!, courage!”,… estoy terminando la tercera vuelta, solo de pensar que “solo” me queda otra me rompe de emoción junto con la gente, me cuesta aguantarme las lágrimas, se que ya lo tengo, que no hay nada que pueda impedir que acabe y más con la ropa que llevo puesta. Pulsera amarilla, las voluntarias me ven muy emocionado y me animan como locas…


 Y entonces giras y te ves allí a los aviones despegando en el aeropuerto, a tomar por culo de lejos, y te dan ganas de morirte. Cada kilómetro es más y más largo… venga Perico, déjate de mierdas… me pongo mini-metas… ahora aún tengo gente animando un kilómetro (conforme ibas hacia el aeropuerto ya escaseaban más y más), luego llegas al avituallamiento y te refrescas un poco… vamos…



Se me hace una eternidad el penúltimo largo, a la mente ya no le vas a andar con gaitas, ya no la puedes engañar… llevo las piernas ya como plomos, muscularmente voy bien pero me pesan ya demasiado… el ritmo ya se me ha ido a 7 minutos y pico por km, sigo pasando a gente y más gente andando o directamente sentada/tirada en el suelo. Gente a las que su pareja o amigx le acompañaba corriendo o andando al lado para darle ánimos. Llego al aeropuerto y hago el último giro, vuelvo a pensar como en cada alfombrilla de control que he pasado a lo largo del día, en toda la gente que ha estado y está detrás mía en la distancia, perdiendo el culo para darme ánimos desde que empecé a rumiar esta aventura, y que se que están dándole al botón de “actualizar” continuamente para ver por donde voy, cada vez que pasaba eso, me daba alegría porque era hacerles llegar que seguía en la pomada e imaginar su alegría y emoción, ello a su vez me espoleaba a mi… último largo y desde que pasas el aeropuerto aún no alcanzas a ver ni la silueta de las carpas de la zona Ironman en el otro extremo del paseo marítimo. A todo esto ya hace varios avituallamientos atrás que he dejado de evitar pasar por debajo de las duchas, si se me hacen ampollas en los pies ya será demasiado tarde para que me impidan seguir corriendo hasta meta. La gloria debajo del agua… la gloria…



A todo esto ya no se a cuantas cientos de personas he adelantado entre la bici y la maratón (según los registros como a unas mil personas desde que salí del agua durante bici y running hasta meta), orgulloso de que hayan visto mi equipación y dejar el pabellón todo lo alto que he podido…

Estoy sufriendo mucho a estas alturas pero no dejo de pensar que mi sufrimiento es ridículo al lado del que soportan a cada segundo de su miserable y efímera existencia todos esos inocentes e indefensos seres tras esos muros, a quienes intento visibilizar hoy con mi esfuerzo y tratar de llegar aunque sea a una sola persona, ya estaría contento porque eso supone miles y miles de vidas salvadas de venir a este mundo para “vivir” un infierno…



Las mini-metas cada vez son más cortas de imaginar y más largas de correr al mismo tiempo, nunca imaginé que esto me pudiera llevar tan al límite, esto es muy distinto en ritmos y muscularmente a los retos pasados,… sigo viendo a gente a esas alturas parada o andando con aún una o incluso ninguna pulsera, y piensas en a qué hora acabará y el martirio que aún le queda por pasar si consigue terminar… poco a poco empiezo a divisar la zona en la que ya espera el público, y cuando llegas ya es cuando pasas a otro estado, las piernas dejan de pesarte y sobre todo sabes que lo tienes, que ya eres Ironman,… la emoción es indescriptible e imparable, pienso mucho en Nacho del Santuario La Pepa, de hecho hay un momento en el que me pareció verlo entre el público, con su eterna sonrisa y dando brincos al verme pasar, pienso en toda las personas que han estado detrás de mí empujándome de principio a mi, sufriendo a mi lado aunque estuvieran lejos, no quiero nombrar a nadie porque sería injusto ya que seguro que dejaría de nombrar a alguien, ha sido una pasada… también pienso como no en mi mister, Nacho (outsider.es), otra temporada más sacamos el reto adelante, en mi querido fisio Alfonso (Centro de Salud Integral Crisálida en Cartagena), que se tira horas conmigo cada vez que voy dejándome a punto con toda su maestría y cariño, también Juangre, que ha tenido que soportar mis mierdas, dudas e inseguridades todo el año, santa tabarra le he dado al pobre… pero sobre todo pienso en Mucha y Mateo, de Santuario Vacaloura, les he llevado todo todo el día conmigo, para mi han sido la cara durante este día de los miles de millones de seres que tras esos muros están a cada momento sufriendo un auténtico infierno.


Me había prometido entrar en meta despacio, andando a poder ser, saboreando el momento, pero en ese momento se me olvida todo, solo quiero correr más y más, debí hacer los últimos 500 metros más rápidos de los 42 km de la maratón, entrar en meta flotando es una sensación indescriptible, desde que entro en ese pasillo pienso en ti mamá, miro al cielo y beso tu anillo como siempre, gracias por darme la fuerza y protegerme una vez más, gracias pequeña, te quiero…



Intento enmarcar con mis manos lo que llevo escrito en la ropa y así paso bajo el arco de meta, roto de emoción por lo que para mi significaba y el cansancio extremo, y alegría por haberlo conseguido. Me siento encima de un altavoz a desahogarme un par de minutos, se me pasan mil cosas por la cabeza, sobre todo pienso en ellxs y en mi madre, cuando levanto la cabeza veo enfrente a una voluntaria mirándome con toda la ternura del mundo, tengo una sonrisa de oreja a oreja, otra voluntaria me pone la medalla, estoy muy feliz y orgulloso…



Me quedo por allí un rato deambulando, como en una nube de felicidad y emoción, sin saber muy bien qué hacer… al rato decido ir a por la bici y las bolsas, a la vuelta de recoger la bolsa de calle un triatleta se mete un hostión delante mía, se había colgado las bolsas del manillar de la bici y una de ellas se le mete entre la horquilla y la rueda, se le bloquea y sale por delante de la bici, madre mía, pa haberse matao, entre lxs que estábamos por allí le ayudamos a incorporarse y recoger las cosas.


Me voy a la zona habilitada para la comida, poco o nada que no lleve ingredientes de origen animal, además tampoco me apetecía nada comer en realidad, solo me apetecía una buena birra fresca… veo que hay una zona para masaje, y sabe el cielo que me hacía mucha falta, pero había una cola infumable que me hubiera tenido una hora o más allí sentado, así que me acabó pareciendo que no me compensaba, por más falta que me hiciera (en esos momentos ya me iba costando tan solo subir y bajar escaleras), así que tras grabar en mi medalla la inscripción con mi nombre y mi crono, decido tomar las de Villadiego hacia el alojamiento, así que al poco yo también me subo a la bici con las bolsas, en esta ocasión con toda la precaución posible para que no me pasara lo mismo que al infortunado triatleta, es el momento en el que me empieza a venir un bajón ya tremendo, en los dos kilómetros que me separaban hasta el piso, me quedaba dormido pedaleando encima de la bici, menuda mierda llevaba encima…


Llego y empiezo a escuchar el móvil pitando con tantos y tantos mensajes de felicitaciones de toda esa gente bonita que ha estado ahí empujando para que esto fuera realidad… no tengo fuerzas más que para meterme en la bañera y no estoy siquiera para ducharme, así que lleno la bañera con agua templada mientras me acuesto en ella (con el calor que hacía, pero se ve que tenía la temperatura corporal muy baja) y me quedo dormido como una hora. Al despertarme no tenía sobre todo ánimo ni para ponerme de pie ni luego para subir siquiera la patita para sacarla de la bañera, en ese momento me dio un ataque de frío tremendo, con el calor que hacía, increíble… conforme me seco se me pasa un poco esa sensación. Poco a poco me viene por fin el hambre pero no tengo más ánimo para cocinar que para hacerme como medio kilo de spaguettis con un poquito de ajo, unos champis y tomate frito. Después quería haberme puesto a contestar los mensajes de la gente, pero me quedaba literalmente dormido con el móvil en la mano, así que pensé que lo mejor (lo único) que me quedaba por hacer era desplomarme en la cama…


Y así amaneció el lunes, las máquinas ya estaban trabajando de nuevo desde bien temprano, pero esta vez no las escuché hasta más tarde… y con una sonrisa en la cara. Empezaba un día de recuperación, mi último día en Niza, que serviría para descansar de cara al viaje de vuelta y sobre todo para saborear y revivir lo vivido y luchado el día anterior, y despedirme de la ciudad. Tras una mañana de descanso en el piso, esta vez si, contestando durante 3 o 4 horas todos los mensajes de felicitación y cariño que tenía por una u otra vía, comí y luego me fui un rato a la playa, me apetecía bañarme en esas aguas que fueron el comienzo del Ironman el día anterior, esta vez de forma mucho más plácida y relajada que la mañana anterior, sigo con una sonrisa en la cara que nadie me puede quitar, disfrutando de cada momento, guardándolo para siempre en mi, ha sido y está siendo una experiencia inolvidable…


Me vuelvo para el piso a echar un ratito la siesta, y tras ello me voy a dar un paseíto por el paseo marítimo, disfrutando tranquilamente de la brisa del mar.


Me voy hasta donde estaba la zona Ironman el día anterior pero que ya habían desmontado, quería hacerme unas fotos bajo el arco de meta pero aunque en teoría aún quedaba algún acto IM hoy (o eso debí malentender) allí ya no quedaba nada, así que me hice algunas fotos de recuerdo con las camis de asociaciones que tanto me han apoyado y animado: mis queridxs veggierunners que siempre han estado ahí desde que en 2014 empecé con locuras de este tipo, la asociación vegana/vegetariana de Castellón, mis queridos Gatos con Alma – Gats de Sant Joan de mis queridas Celia y Mari Carmen, y como no, con el maillot de mi mister Nacho (outsider.es).




 Después me voy a la zona de tiendas de souvenirs a terminar de comprar algunos regalitos, y para después (aún temprano, pero es que aquí en Francia trincan pronto para cenar) tenía fichado por medio de la app Happy Cow un restaurante vegano donde pensaba cenar por todo lo alto, el Vegan Gorilla, por suerte para el veganismo y por desgracia para mi cuando llegué estaba completo hasta la hora de cierre (las 22:00), encima como seguía sin internet no me funcionaba Happy Cow para mirar otro restaurante vegan y pincharme la ruta para llegar… al final volví a la zona comercial  y pidiéndoles el favor a unos chavales de que me dejaran conectarme al wifi de su bar, localicé no muy lejos un restaurante libanés con opciones veganas, así que para allá que me fui y cené de lujo en su terracita.




Al terminar ya me fui de camino al piso, aún tenía que preparar los bártulos para el día siguiente y me esperaba el viaje de vuelta, esperando que no fuera tan duro como lo fue a la ida en territorio francés. Así que me fui tranquilamente dando un último paseo por ese paseo marítimo al que aunque parezca mentira, tanto cariño le he cogido, embriagándome de todo por última vez… una parte de mi no quiere que se acabe esta aventura, aunque lo que más ganas tengo es de volver a casa y volver a ver a mis peques y ver que están bien.

 Me bajo unos minutos a la playa, quiero remojarme los pies por última vez en esa agua, me quedo embobado escuchando las olas en la quietud de la noche allí abajo, mientras veo parpadear como siempre las luces de los aviones allí arriba y las luces de la ciudad allí al fondo del paseo marítimo. Gracias por darme tanto Niza, aquí dejo un trocito de mi corazón y un viejo sueño cumplido. Hasta la próxima, quien sabe…



Llego al piso y me acuesto lo antes posible, a las 9 el día siguiente el chaval del piso llega muy puntual, revisa que todo en el piso está bien, cargo todo en el coche y carretera, en esta ocasión el viaje ha sido absolutamente plácido, con poco tráfico y bastante fluido, parece como que pasada la tempestad llegaba la calma… esta vez el viaje se me hace super ameno, encuentro en la puerta del coche un viejo cd que debí grabar hace mil años, los mismos que no había vuelto a escucharlo, joder es buenísimo!, voy cantando todo el camino, feliz. Además voy al encuentro de nuevo con mis queridas amigas Celia y Mari Carmen, que más podía pedir!, llego sobre las 16:00 a Sant Joan, pasamos la tarde hablando, contándome ellas con ese cariño y pasión sobre sus michis, y yo como no, mis batallitas sobre el viaje y el propio Ironman, a la hora de cenar nos vamos a un restaurante que no tienen opciones veganas pero ellas habían hablado y nos han preparado una cena vegana estupenda, al final como siempre no es tan complicado preparar un empedrado y unas hamburguesas vegetales con guarnición, cenamos estupendamente y luego nos fuimos de colonias, lo que ellas hacen cada día al fin y al cabo… ojalá pudiera transmitiros el amor y cariño que les ponen, eso no se puede contar ni transmitir con palabras, todxs tienen un nombre, de todxs se saben su historia y te la cuentan con un cariño y una pasión indescriptibles, como siempre digo, no hay lugar en el mundo para dos corazones tan grandes…








Acaban dándonos las tantas hablando y con lxs peques de casa, me duele que el tiempo pase tan rápido a su lado y que se acabe así… chasqueando los dedos. Me parte el alma volver a tener que separarme de ellas a tropecientos kilómetros, sin poder estar cerca para ayudarles en su titánica e ingrata labor, como la de al fin y al cabo cualquiera que resulta tener compasión y sentido de la justicia para tratar de ayudar a quien está indefenso viviendo en la calle a mano de tantos peligros y psicópata que anda suelto… solo en un mundo degenerado y ruín, personas así han de andar casi que escondiéndose y casi teniendo que dar las gracias porque se les deje ayudar a lxs michis de la calle. Que vergüenza de sociedad en la que vivimos…


Por la mañana me han preparado otro estupendo desayuno, y tras despedirme de lxs peques de casa con mucho dolor, y luego de ellas propiamente, pongo rumbo al Hogar Antiespecista Miguel Quintana, en Castellón, que ha sido uno de los cuatro proyectos beneficiarios de la recaudación que hemos conseguido en el marco de esta iniciativa y este reto que ha sido para mi. Les llevo unas cajitas de fruta y verdura para sus habitantes que antes de partir, he comprado junto con las chicas.





Allí conozco por fin en persona a Blanca, Negri, Serdi, Afro, Salti, la intrépida y traviesa Nana, a Pupu y a Chiqui y sus bebés recién nacidxs, y me reencuentro con la gran Rosa, con SuperGra, el mítico Stefano, con Eva y conozco por fin a sus preciosas peques… no pude estar mucho rato pero nos dio para degustar una estupenda comilona que nos preparó Eva, arroz con verduras, quinoa con champis, hamburguesas, spaguettis,… iba con mucha hambre pero me quedé reventado, y de postre una pedazo de tarta que preparó SuperGra, al igual que Eva, otra pedazo de chef… y es que era mi cumple!!. Lástima no haber tenido tiempo de ver a Nera y Doriano, me hubiera encantado… de nuevo el tiempo se pasa volando allí, es un proyecto muy jovencito que ha empezado a andar y necesita por tanto mucha ayuda en diversos ámbitos de cualquiera que pueda tender una mano, por eso he querido ayudarles con la donación además de que se que quienes comandan el proyecto son personas contrastadas como grandes activistas y compañerxs, este proyecto tiene que salir y merece salir adelante por favor… ojalá estuviera también más cerca de ellxs, perdería el culo por echar una mano allí…

Tras salir de allí pitando porque ya iba con el tiempo justo y también para evitar que Nana me dejara el coche para el desgüace jajajaja cojo carretera tras despedirme de nuevo tristemente de lxs compis, y llego hasta Alicante donde me encuentro de nuevo con mis perris felizmente, así como con Graci y su peque, nos vamos a celebrar mi cumple y el de su peque que fue hace unos días a un nuevo restaurante vegano de Alicante, el Gurugú, muy recomendable… la verdad que la ciudad se está veganizando muchísimo, cada vez hay más restaurantes vegan, en la misma calle que el famoso Natura, ahora está este al que fuimos y por si fuera poco un Vegan Fast Food que acaban de inaugurar, que maravilla!.




Así que tras quedarme a hacer noche en casa de Graci, el jueves por la mañana se acaba esta aventura y llego por fin a casa al reencuentro con mis michis.


El lunes por la tarde, mientras paseaba por el paseo marítimo de Niza, viendo como la gente se relaja, disfruta en la playa, se baña, respira el aire puro del mar,… no dejaba de acordarme de nuestrxs hermanxs, de mis hermanxs, de todos esos seres nobles, buenos, inocentes, indefensos, a quienes nos hemos creído con derecho a explotar, torturar y asesinar, y que mientras nosotrxs tomamos el sol y nos tomamos una cerveza respirando aire puro, les obligamos con nuestros actos, consumo y compras a soportar un infierno a cada segundo tras esos muros. Como dice Gary Yourofsky, en qué momento nos arrebataron la compasión?, en qué momento nos creímos con derecho a hacerles tanto daño?, a hacerles sufrir por haber cometido el único “delito” de no pertenecer a nuestra especie?, cuando además podemos vivir saludables sin hacerles vivir todo ese espanto?, en qué mundo enloquecido y demente vivimos?, y sobre todo… cuando vamos a parar este holocausto?.


Como decía antes, si todo esto ha servido para al menos darle que pensar a una sola persona, me daré por satisfecho enteramente. Ahora seguramente voy a descansar un tiempo, seguramente me tome al menos esta temporada de forma menos ambiciosa, todos estos años me han hecho mella en varios sentidos, montar estos tinglaos económicamente va haciendo un agujero que no se recupera de un año para otro sino que al contrario, se van haciendo bola de uno a otro, mis perrxs están muy mayores y no hago más que putearles con mis ausencias entre tanto entrenamiento además del propio horario laboral, y finalmente estas aventuras, también he pegado un par de tropezones durante estos años embarcándome con alguna gente con la que nunca debí embarcarme en nada. La verdad que el aspecto físico es el menos castigado con todo esto por paradójico que suene, en todo caso seguiremos intentando cambiar las cosas, seguiremos remando y quizá soñando para que igual algún día el mundo pueda ser un lugar justo y digno en el que vivir para todxs, seguiremos tratando dejar patente de una u otra forma que NO NECESITAMOS QUE UN CORAZÓN MUERA PARA QUE EL NUESTRO SIGA LATIENDO



GO VEGAN





Gracias por todo mamá, gracias por darme la fuerza, te quiero

4 comentarios:

  1. Qué grande eres!! Y qué forma más bonita de narrar tu hazaña. Sentí la emoción de cada etapa de competencia así como todo lo que viviste antes y después de ella. Todo por los animales. Por un mundo vegano. Gracias!!

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    1. Muchísimas gracias por el comentario tan cariñoso y por haber disfrutado con la lectura, soy feliz de verdad sabiéndolo, con esa ilusión lo escribo siempre. Un abrazo muy grande!

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  2. He leído con mucho interés y atención todo lo que has contado, me parece un reto de superación gigante, desde que empezaste a maquinar algo así. No soy vegano (aunque estoy reduciendo drásticamente todo lo que consumía de origen animal), ni siquiera te conozco, pero ya puedo afirmar que eres una gran persona, física y personalmente. Un saludo desde Bilbao.

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras amigx, me alegro que te haya gustado y te pueda servir de motivación en favor de los animales, además de para tu propia salud, el medio ambiente, el tercer mundo... si quieres que te pase info, ayude con cualquier duda, recetas, etc, puedes encontrarme en facebook como Peri Toribio, verás que todo es mucho más fácil dejando de hacerles daño y para nuestra salud y el resto de repercusiones, de lo que parece. Un abrazo grande! :)

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