jueves, 21 de abril de 2016

Crónica Medio Ironman "Arenales 113" en Elche (Alicante)




 
Llegar de vuelta a casa con mis perros y solo con ganas de besar a mis gatos. Zapatillas y calcetines llenos de arena, un dorsal arrugado, un gorro de natación aún con algunas gotitas de agua del cristalino mar de Arenales del Sol, y una medalla finisher, son los vestigios que quedan de un muy intenso fin de semana que ha resultado ser esta nueva aventura para mí, como ha sido el triatlón y en concreto mi participación en el Medio Ironman “Arenales 113” en Elche (Alicante).


Hasta los últimos día estuve amasando la idea de si alojarme en el propio Elche la noche anterior o bien optar por dormir la noche anterior en casa (a aproximadamente hora y cuarto de viaje en coche), finalmente me decidí por esta última opción pensando en que aunque acabara haciendo otro viaje de ida y vuelta, me evitaría extrañar la cama si dormía en casa con lo que al final me saldría rentable en horas de sueño, luego comprobaría que los planes no saldrían exactamente como me hubieran gustado.


Así que el sábado primer viaje a Elche para dejar la bici, recoger el dorsal, chip y demás artilugios, dejar la bici preparada en el box (que disparate las máquinas que lleva la gente, es impresionante, aunque también te ves unas reliquias vintage muy guapas jeje) y escuchar el briefing o charla técnica donde nos explicaban (supongo que la gente veterana lo tiene ya todo más que sabido, a mi que era novato, me vino bien) como eran los circuitos, así como los árbitros también dejando claras las normas que hay que cumplir para evitar penalizaciones, en especial el drafting en la bici (para quien no conozca estos tecnicismos, en las pruebas de “no-drafting” como el caso de esta, son en las que ningún ciclista se puede poner tras otro para así coger su rebufo y ahorrar fuerzas al no tener que cortar el viento como el que va primero, de esta forma nadie se puede así aprovechar del esfuerzo de ningún otro participante), yo bastante atento a todo para no meter la pata con nada. El triatlón es un deporte con cierta complejidad en cuanto al material y normas, sobre todo cuando te estrenas en esta disciplina, así que a intentar no perderme detalle de nada para no meter la pata luego.






En esos momentos estábamos escuchando la charla sentad@s frente a las míticas escaleras que al día siguiente habríamos de subir dos veces. La verdad que en los videos de youtube que había visto con anterioridad, no me habían parecido tan duras como cuando te plantas debajo de ellas. Lo peor es que cuando acaban allí donde no os alcanza la vista en esta foto, si veis la urbanización que hay arriba, hay que rodearla subiendo un cuestón a una media del 12% de desnivel, que al final sumado todo te deja las patas temblando y a fe que lo comprobaría al día siguiente jeje



También aproveché el viaje del sábado para nadar 15 minutos en las aguas donde al día siguiente abriríamos la prueba, la verdad esos minutos disfruté muchísimo porque estaban super cristalinas y con un montón de peces distintos, que también me hizo darme cuenta de lo muerto que está el Mar Menor, lugar donde he estado nadando durante los entrenamientos, y donde no ves vida alguna al menos relativamente cerca de la orilla. También pensaba como alguien puede divertirse quitándoles la vida a criaturas tan bonitas y que están tan felices y tranquilas en su hábitat, en lugar de maravillarse observándolas. Que nos sintamos lejanos de los peces porque no pertenezcan a nuestro elemento terrestre,  no nos habilita para hacerles daño. Que no puedan gritar cuando se les pesca no nos debería hacer pensar que no pueden sufrir ni sentir. A menudo pienso en lo fácil que deberían ser las cosas de entender, no creo que sea tan complicado de cultivar un poco de empatía, luego vamos dándonos golpes en el pecho de nuestra tan cacareada “racionalidad” como cualidad distintiva del resto del mundo animal y que incluso nos extrae de dicho reino para mucha gente…


Tras todo ello vuelta a casa, últimos preparativos, y sobre las 22:00 me zampo una superensalada de las mías, en esta ocasión con plumas (pasta) de arroz y quinoa, un aguacate, garbanzos, nueces, pipas de calabaza, semillas de sésamo y pepino, un par de mandarinas de postre, y al poco rato a la cama, que el despertador suena a las 4:30.


Y es en este momento cuando empieza seguramente mi Medio Ironman: no conseguía conciliar el sueño. De normal soy un lirón para dormir y a los dos minutos de tocar la almohada ya estoy frito, aunque ciertamente la noche antes de una prueba siempre cuesta algo más dormirse. Pero lo del sábado fue épico, no paraba de centrifugarme la cabeza, pensando en la prueba, el material, hacerlo todo bien para que no te saquen tarjeta,… mil cosas que te pasan por la cabeza y te vuelven a pasar a pesar de tratar de evadir la mente pensando en cualquier otra cosa o tratando de dejarla en blanco, al final el pensamiento era redundante y la 1, las 2,… las 3… omg… a las 4:15 ya decidí levantarme y ganar ese cuarto de hora en parar por ahí en una gasolinera cualquiera de camino, a tomarme un café, que falta me iba a hacer. La primera en la frente, como se suele decir. Había que pagar la novatada, y esta seguramente era la primera lección, que no por ser más o menos inevitable, no deja de pasar factura seguramente.


Pongo camino para Elche, parando como decía a tomar café en una gasolinera donde converso unos minutos con un simpático, adormecido y hablador dependiente, así que llego a Arenales y aparco relativamente cerca del cogollo de la prueba, y en el coche ya me visto con mi mono vegan y me enfundo ya de hecho también el traje de natación. En el box termino todos los preparativos del material y nos vamos para la playa enseguida ya que los jueces están cerrando el box a las 7:30 en punto. Al menos esta vez no he tenido que correr y me ha dado tiempo a hacerlo todo con pausa para no fallar, que en mi es muy habitual ir más tranquilo de la cuenta y al final andar corriendo a última hora.



Nos vamos a la playa y tras “calentar” un poco en el agua (es un decir porque estaba fría, aunque no tanto como cabía pensar a esas horas, realmente no estaba nada mal de temperatura para lo que cabía esperar), nos van llamando a cámara de salidas a los diversos grupos por edad, élite, etc, en los que nos clasificaban. Yo estaba en el tercer grupo al no estar federado, tras l@s élite y el grupo de chicas. Se retrasa la salida unos 20 o 25 minutos que se hacen desesperantes, no pueden dar la salida hasta que la Guardia Civil no de el ok de que el circuito de bici no está ya totalmente cerrado al tráfico, así que allí andamos comentando un poco la desesperación y los nervios por el retraso.


Por fin van dando la salida al primer y segundo grupo y tras ellos, al agua patos. Pronto empiezo a notar que no voy fino nadando porque veo que me pasa bastante gente, y cuando te pasa más gente que la que tú pasas, nunca suele ser buena señal. Acabo por descolgarme, la natación es sin duda lo que peor se me da de las tres disciplinas, pero el tema me estaba empezando a preocupar y a sobrepasar poco a poco. Al rato llegan los fieras de los grupos traseros, gente federada por edades, que me quitan las pegatinas, a partir de ahí mi natación se convirtió más en una cuestión de supervivencia que en cualquier otra cosa. Manotazos (me llevé una hostia en la cara que aún no se cómo las gafas se me quedaron en su sitio), hasta un tío intentó “nadarme” pasando por encima mía, otro que tras pasarme se cierra enseguida y casi se pone a patalear en mi cara,… en fin una jungla en el agua y para mí que era la primera vez en mi vida que me metía en el agua en una de estas con tanta gente con tanta chispa y nervio, pues el agobio era total. Por momentos tenía que ir sacando codos y manos mientras nadaba para tratar de protegerme. Cuando por fin giré la tercera boya que era la que ya te dejaba encarar de nuevo en dirección de vuelta a la playa, el arco inflable que nos señalaba el punto de llegada en la arena me parecía tan lejano pffffff pero bueno, seguimos y poco a poco ves el fondo marino hasta que lo vas viendo cada vez más cercano y acabas por poder empezar a caminar, uffff que bendición. Miro el reloj y... 45 minutazos, la previsión de mi entrenador era que podía haber nadado en 37-38 minutos pero cual es mi sorpresa de añadido cuando compruebo que según mi reloj-gps he nadado unos 2250 metros en lugar de los 1900 que supuestamente son!, se ve que tampoco he ido muy recto (a veces es complicado orientarse nadando en el mar para hacer una línea recta y más para alguien novato como yo) y me he comido según el reloj una buena tirada más de regalo. De todas formas antes de mirar el reloj pensaba que iban a caerme más minutos que esos 45 así que intento ser positivo y ver el vaso medio lleno, y por supuesto pensando que haber perdido unos minutos dentro de una prueba de más de 5 horas es absurdo calentarse la cabeza con ello, y más yendo de estreno en este deporte.



Así que nada, corriendo para boxes mientras me voy desenfundando el traje de natación, y me preparo para la bici. La bici empieza con una cota bastante dura, con las piernas aún bastante frías, que corresponde a la misma subida de las escaleras que antes os comentaba, pero por la carretera que hay un poquito más adelante para el sector de la bici. El circuito en general es muy chulo para rodar rápido, tiene muchos virajes, rotondas y cambios de dirección pero se puede rodar acoplado la práctica totalidad del mismo y eso hago, salvo en la subida a algunos repechos donde sobre todo para relajar la posición cuando llevo mucho rato acoplado y notas espalda, riñones y tríceps cargados, me pongo de pie de vez en cuando, aunque en general he mantenido la posición muy bien durante la inmensa mayoría del sector. Paso a bastante gente, mucha de esa que lleva esas máquinas brutales (mi bici es una bici convencional de carretera), el pulso lo voy manejando muy bien, en torno a las 150ppm que es un buen punto de intensidad para mí para esta prueba, supuestamente guardando algo para luego para la carrera a pie, aunque por otra parte también iba algo cabreado con la natación que había hecho y con ganas de desquitarme en la bici, que en teoría es lo que mejor se me habría de dar. Y poco a poco fui encontrando sensaciones, no me salió tampoco una bici especialmente buena, pero tampoco mala desde luego dadas las circunstancias.



Es una gozada además que el circuito esté cerrado al tráfico porque puedes concentrarte en el esfuerzo al 100% y también en no hacer drafting, lo cual en los primeros kilómetros se hace algo complejo porque vamos mucha gente junta hasta que se estira un poco el tema, y a veces no sabes como colocarte… y también que hay gente que incluso siendo seguramente veterana en el tema, yendo sola va por el medio del carril dificultando así que puedas adelantarle sin el peligro de que un árbitro te saque una tarjeta. Pero bueno, fui siempre pendiente de hacer bien ese tema y para ser mi primera vez, no tuve ningún problema en ese sentido.


Te encontrabas a bastantes espectadores durante el circuito animando, y bien que se agradecía desde luego. Los voluntarios también una pasada, se desvivían en los avituallamientos por darte comida y bebida, aunque yo me llevé mis propias barritas, unas que tiene mi tendero y son vegan de higos y fruta que son super energéticas y me van genial, y también llevaba mis propios geles aunque ya me había asegurado previamente de mirar que los que servían en los avituallamientos, de la marca Etixx, también son aptos para vegan@s. Eso si, en el tercer avituallamiento de la bici, allá por el kilómetro 70 y pico o algo así, le pido un bidón de isotónico a un voluntario y conforme lo cojo en marcha, por el peso noto que estaba prácticamente vacío pfffff me la has hecho negra amigo!!, y ya no iba a parar ni a dar la vuelta, así que seguí a pesar de que el día estaba ya bastante caluroso e iba a llegar a los últimos kilómetros de la bici con sed habiéndome quedado enseguida sin líquido por tal circunstancia, pero bueno, pensando en beber enseguida a menudo en cuanto me enfundara las zapatillas.


Llego a boxes con un sector de bici en unas 2h42min a una media de 31,3 km/h, sin duda podría haberlo hecho mejor, pero bueno no está mal tampoco. Realmente no llegué obsesionado con hacer cronos a esta prueba que era la de mi estreno, ya habrá tiempo de pulir cosas y de crecer en los detalles. Creo que hago una T2 rápida, en unos 3 minutos, y enseguida a correr.


El recorrido nos hacía dar dos vueltas y media a un circuito con esas escaleras que os comentaba y también por unos 250 metros de dunas en la playa, en 3 ocasiones. La primera vuelta la hago bastante bien, hasta las escaleras voy a 5 minutos/km de ritmo que para lo que ya llevamos en la mochila desde que empezamos la jornada, no está nada mal para mí. El paseo marítimo está plagadísimo de espectadores que nos jalean a tope. Pienso en no mirar el cuentakilómetros del reloj: para mí que soy ciclista, se me hace tremendamente desesperante lo lentos que pasan los kilómetros corriendo a pie, así que pienso que al menos hasta que no haya llegado al ecuador del medio maratón, pasado el km 10 o así, paso del asunto. Llega la primera subida a las escaleras, pienso en los consejos del mister y de Juangre que me dicen que no me empeñe en correrlas, que no merece la pena la ganancia que puedes lograr respecto a la factura física que te puede pasar después, y así hago. Toca rodear esa urbanización de arriba que antes os comentaba donde hay un avituallamiento en el que como os decía, un montón de chic@s y señoras que igual son sus madres, se desviven por atenderte, les hace hasta ilusión que cojas de lo suyo. Creo que son l@s mism@s chic@s que artesanalmente confeccionan las medallas de finisher que luego nos dan al llegar a meta y que os he puesto en la primera foto, creo que son de una asociación de síndrome de Down, discapacitad@s o algo así, en fin, son majísim@s y super volcad@s con su labor, me resultaba muy emocionante la ilusión que le ponían, tan cariñosos, siempre tuve un momento para devolverles un “gracias” o alguna palabra de cariño, se les iluminaba la cara, que gracios@s...


A todo esto me llevó un rato sacarme de la cabeza la idea del no-drafting, de manera que en los primeros kilómetros de la carrera a pie llevaba la sensación de que no podía acoplarme detrás de ningún/a corredor/a jeje tanto rato en la bici con ese chip es lo que tiene…


Bajada de nuevo al paseo marítimo y vas perdiendo altura hasta que te meten poco a poco hacia la playa, donde poco antes hay un avituallamiento en el que aprovecho tanto a la ida como a la vuelta para coger botellita de agua en la mano (por supuesto sin tirar en ningún momento de la prueba, ni en la bici ni ahora, ningún desperdicio al suelo, es vergonzoso lo que hace mucha gente, hasta en esa zona tan bonita, todo plagado de desperdicios de geles, botellas de agua pfffff alucino, con lo poco que cuesta llevarlo en la mano hasta el siguiente avituallamiento donde lo puedes dejar) e ir bebiendo a tragos pequeños y también mojándome el cuerpo y las piernas. Yo que soy animal de calor mientras tenga agüita fresca no hay problema jeje así conozco por primera vez el paso por las dunas de la playa, que se pega bastante pero que hago corriendo tanto esta vez como las otras dos, mientras mucha otra gente a mi altura si que las hace andando. Me pasa un chaval dándome una palmada y diciéndome “yo tampoco como animales!”, grande!, le animo todo lo que puedo. La segunda vuelta la hago también bastante decente aunque ya perdiendo algo de ritmo sobre la primera, el desnivel de la carrera a pie se va notando y como no puede ser de otra forma, va haciendo mella en las piernas a fuego lento. Realmente la carrera a pie tiene proporcionalmente más desnivel que el sector de la bici, lo que le da sin duda la seña de identidad y el sello que tiene a este Medio Ironman tan conocido en el territorio español.

Voy animando a toda la gente que veo hundida ya a esas alturas, gente parada con problemas físicos, gente andando,… siempre les doy una palmadita en la espalda y una palabra de ánimo cuando los paso. No cuesta nada y cuando se está pasando tan mal, una palabra de ánimo a veces hace milagros.



Cumplida la segunda vuelta ya se perfectamente lo que me queda, cuando corono la urbanización ya se que es la última vez y que ya no hay que volver a subir, me dejo caer hacia el paseo marítimo y a partir de aquí si que empiezo a notar ya que pierdo prestaciones, quedan unos 5 kilómetros pero se me hicieron bastante largos. Eso si, en ningún momento me dediqué a andar, no quería verme derrotado por la prueba sino al contrario, llegar a meta habiéndola corrido hasta el final, y así lo conseguí.



Como siempre cuando ya diviso la meta en cualquier prueba en la que participo, saco el anillo de mi madre que cuelga de mi pecho y lo beso, miro al cielo y como siempre va por ti mamá, gracias por darme fuerzas una vez más, se que me apoyas y que estás orgullosa de que saque lo mejor de mí para que defienda a quien no puede hacerlo. Pasan y pasan los años y aún no se como manejar tu pérdida, te echo tanto de menos pequeña…



Cruzo la meta y lloro de emoción y alegría, ya soy finisher de un Medio Ironman. Ha sido muy duro, pero ya sabía a lo que venía y lo que era esta prueba. Recibo el abrazo de Ximo, el organizador de la prueba, que así hace con tod@s y cada un@ de l@s finishers que llegan a meta. Miro el crono de reojo, veo 5h41min aunque luego hay que restar esos 4 minutos que salimos después de que se diera la salida, pero esto me da igual, es lo de menos, he conseguido mi objetivo, estrenarme en el triatlón con un Medio Ironman consiguiendo terminarlo y además haciendo un papel bastante digno para mis posibilidades, así que el balance muy positivo.



Tengo muchas cosas que mejorar, crecer en experiencia… dormir la noche antes!! jeje quizá lo primero lleve a lo segundo. En fin, ya estoy pensando en volver el año que viene, creo que tengo mucho margen de mejora en muchos aspectos y ha sido una experiencia muy positiva que me puede ayudar mucho a afrontar el que si todo va bien será mi gran objetivo del año 2017, que ya sería asaltar el Ironman (3800 metros nadando + 180 km de bici + una maratón, es decir, 42 km y pico).


Pienso también en esos momentos de emoción en tod@s l@s amig@s que me han animado y apoyado en las fechas previas, tanto personal como cibernéticamente, sería imposible nombrar a tod@s y no querría olvidarme de nadie haciéndolo. Gracias especialmente por lo que me han ayudado, a los consejos y sabiduría de Nacho mi entrenador (outsider.es), que siempre sabe llevarme, buscar mi mejor punto y animarme cuando hay días malos. También a Juangre, que ha aguantado estoicamente un montonazo de mensajes míos con dudas y cuestiones varias, propias de un novato como yo en esta disciplina.


Y como antes os contaba, lo que más me emociona y me gusta es “pasear” mi equipación vegana. Se que mucha gente que me leéis creéis que soy algo fuera de lo normal deportivamente. Pero creedme cuando os digo que eso rotundamente y con toda la sinceridad del mundo ni falsa modestia alguna, que eso no es así, y precisamente creo que ese es mi gran valor y mi mejor virtud. Al menos para mí lo es, creedme en lo que os digo de verdad y de corazón, de verdad me gustaría que comprendiérais esto. Soy un deportista del montón, con un motor como cualquier hij@ de vecin@, pero mi regularidad, mi constancia, mi pasión al fin y al cabo por el deporte o deportes que practico y por luchar los objetivos que persigo, me dan ese punto que me hace capaz de asaltar metas difíciles.


Y de esto que os digo lo que me parece más bonito es tratar de seguir demostrando una y otra vez, como hacen tant@s y tant@s compañer@s vegan@s en este país y en este mundo, (algún@s superdotad@s genéticamente como por cierto el propio ganador de este Medio Ironman, Eneko Llanos) en mayor o menor medida, gente que nace con esas cualidades físicas innatas capaces de luchar por los primeros puestos de unas u otras competiciones, junto con su esfuerzo y su entrenamiento, claro está. Y luego estamos la mayoría de la gente que con un motor normalito, demostramos una y otra vez que, quedes más arriba o menos en una clasificación, al fin y al cabo estamos muy saludables, mucho más en realidad que quienes padecen o puede padecer todas esas enfermedades aparejadas al consumo de productos animales en cuanto a la alimentación se refiere. Desde la cuna tenemos arraigado la necesidad de ese consumo, así que es algo con unas raíces tan profundas que paralelamente al plano ético, reivindicando que una vida es una vida, independientemente de la especie a la que pertenezca, con las mismas ganas de jugar, de querer a su madre y que no la separen de ella, de sentirse segura, con las mismas facultades para sentir amor, terror, frío, miedo, dolor, que  nosotr@s,... paralelamente y de la misma forma también debemos trabajar en derribar esos mitos, y el deporte nos ofrece una ventana maravillosa para ello y seguir evidenciando que…


NO NECESITAMOS QUE UN CORAZON MUERA PARA QUE EL NUESTRO SIGA LATIENDO


GO VEGAN

viernes, 15 de abril de 2016

Medio Ironman "Arenales 113" - Elche

Hola de nuevo a tod@s :)

Este próximo domingo a partir de las 08:04 horas participaré en el Medio Ironman "Arenales del Sol 113" en Elche (Alicante).

Es mi primera incursión en el mundo del triatlón, para ello este invierno ha sido bastante particular para prepararlo, con lógicamente mucha más natación y carrera a pie, además de bici, que inviernos anteriores (la parte buena es que he hecho mucho menos rodillo que otros inviernos, esa máquina infernal que tanto odio jeje). Los expertos en la materia dicen que es conveniente estrenarse en el triatlón en distancias más cortas, por ejemplo en triatlón sprint, por aquello de cogerle el tranquillo a las transiciones y a la competición muscularmente y demás. Pero realmente pienso que a mi me va mejor cuanto más larga es una prueba y por ello este tema es algo que no me preocupa.

La idea de introducir esta variante esta temporada ha sido también para ir preparando el terreno para, si los planes salen bien y los objetivos de esta temporada se cumplen, afrontar ya en la próxima temporada 2017 el Ironman (3800 metros de natación en el mar + 180 kilómetros de bici + una maratón, es decir, 42 kilómetros y algo más).

Como siempre de un tiempo a esta parte, luciré con mucho orgullo y motivación adicional mi mono preparado para la ocasión, con motivos veganos, para tratar de lanzar una vez más el mensaje de que lejos de necesitar alimentarnos con productos animales para estar fuertes y saludables, cuando se abraza el veganismo, además de estar abrazando fundamentalmente una postura ética de no-participación en la explotación de los animales, que en el apartado de la alimentación es la que se lleva infinitamente más vidas tras un horror inimaginable, también nos permite estar absolutamente saludables huyendo de la larga lista de enfermedades científicamente aparejadas a una dieta basada en productos animales, no así con una dieta 100% vegetariana, además de no seguir haciendo daño al medio ambiente (industrias de explotación animal, primera causa de cambio climático y daño medioambiental, por más que los lobbys carnistas se empeñen en ocultarlo, la verdad seguirá siendo siempre la verdad) ni al "Tercer Mundo" (las industrias de explotación animal provocan que la mayoría de los recursos del planeta se vuelquen en criar y engordar a todos esos animales que se come fundamentalmente el "Primer Mundo" mientras el "Tercer Mundo" se desangra, cuando con los recursos del planeta se podría alimentar al doble de la población humana actual sin que nadie pasara hambre), etc.


Espero y deseo que el trabajo realizado durante estos meses de invierno se traduzca en un buen día el domingo con buenas sensaciones. Me ha costado bastante crecer en la natación y en la carrera a pie, dos disciplinas que no son las mías y que no me enamoran especialmente. Aunque intuyo que esto del triatlón puede engancharme bastante, en conjunto es una prueba con esa esencia camaleónica que te obliga a luchar y transformarte para superarla, y ese espíritu que tiene me motiva y me gusta.

Para quien le apetezca y tenga disponibilidad para ello, creo que la van a retransmitir en streaming a través del siguiente enlace:


No se muy bien como funciona o funcionará, pero al parecer se podrá hacer seguimiento por dorsal, el mío es el 222. 

Poco más que contaros hoy... a partir del domingo prepararé la crónica del día de la prueba y la compartiré por aquí con vosotr@s para quien le apetezca leerla. Abrazos!! y go vegan

viernes, 8 de abril de 2016

La importancia del lenguaje contra el especismo

Este es un tema que siempre me ocupa e incluso preocupa, y en ocasiones suelo ser un poco pesado, ya que me parece de sumo interés que sepamos gestionar el lenguaje de manera que aún de forma involuntaria, no acabemos por ser nosotr@s mism@s como vegan@s quienes entremos al juego del lenguaje especista y/o la prostitución que a menudo se hace del uso del mismo.

Una de las expresiones por la que de forma más usual se nos trata de menospreciar (repito, se nos trata) a l@s vegan@s es llamarnos "extremistas" y/o "radicales".

Me causa algo de impotencia ver como much@s compañer@s vegan@s se sienten ofendid@s porque se nos llame de tal forma, cuando resulta que deberíamos tomarlo como un halago!, y ahora voy a explicar por qué. Que se trate de usar de forma peyorativa cien o un millón de veces, no significa que ese uso se convierta en verdad automáticamente.

Extremista es una persona que está en el extremo de algo o contra algo. Radical es la persona que va a la raíz de algo y que no admite términos medios.

Esas personas que tratan de acusarnos mediante el uso de esas palabras de esa manera... acaso no son extremistas y radicales contra la violación de human@s?, acaso no están "extremadamente" contra la pederastia?, acaso no son radicales, sin admitir término medio, de la esclavitud de human@s?, contra los genocidios?, contra las guerras?, en definitiva contra cualquier crimen perpetrado hacia los miembros de su propia especie.

Porque... acaso ellos admiten términos medios en todos esos crímenes?. Sin embargo, cuando los crímenes son perpetrados contra seres vivos que no pertenecen a su misma especie, al parecer entonces todo ya se vuelve más "laxo" y más "permisible". Entonces solo cabe preguntarse qué crédito tienen esas personas para tratar de insultar a quienes nos oponemos plenamente a la tortura, a la violación, al asesinato (y no parcialmente, como ell@s, dependiendo de quién sea la víctima). Este es el mundo al revés en el que vivimos, y creo que debemos luchar contra estas manifestaciones también a través del lenguaje. Debemos interiorizarlo nosotr@s primeramente para a continuación saber gestionarlo correctamente ante l@s demás y como decía, incluso hacia nuestros adentros.

Nosotr@s, al igual que ell@s, también somos extremistas y radicales contra esos crímenes para con la humanidad, pero adicionalmente extendemos nuestro abanico de compasión, de sentido de la justicia, de respeto a la vida, de empatía, de amor en definitiva, hacia cualquier ser vivo que pueda sentir y sufrir, como evidentemente pueden hacerlo el resto de animales, a los que torturamos, esclavizamos y asesinamos en un holocausto silencioso y descomunal sin precedentes, tanto en número de vidas como en terror, dolor y muertes causados.


Así que por no extenderme más, creo que somos nosotr@s l@s primer@s que debemos esmerarnos en no entrar en el juego de quien de forma torticera nos llama de esta manera, y cuando nos digan que somos extremistas y radicales, podemos decir orgullos@s que si, que lo somos y a mucha honra!!!. Porque el único punto digno, coherente y justo es estar en el extremo opuesto y radicalmente en contra de cualquier crimen... independientemente de quien sea la víctima.


Otra de las cuestiones que observo, que creo que se trata de otra incorrección lingüistica y que en este caso está muy extendida especialmente entre nosotr@s l@s vegan@s, es llamar "cómplice" a l@s consumidores/as de productos relacionados con la explotación animal.

La definición de esta palabra que creo que es más explicativa para el caso que nos ocupa es la siguiente:

"Cómplice: Persona que sin ser autora de un delito coopera a su perpetración con actos anteriores o simultáneos, aunque no indispensables"

Un cómplice no es indispensable para que un crimen se perpetre, no es este desde luego el caso del consumidor de productos provinientes de la explotación animal. Si el consumidor no existiera, es decir, si la demanda desapareciera, desaparecería inmediatamente la oferta (es decir, la propia explotación animal), ya que nadie la compraría. Es una simple cuestión de lógica de mercado, muy sencilla de entender para cualquiera.

El consumidor por tanto es el origen de que existan estas industrias, es quien lo financia y quien lo alimenta una y otra vez. Por tanto creo que cada vez que los llamamos "cómplices" les estamos haciendo sin querer un favor, ya que les quitamos un gran grado de culpabilidad en que el holocausto animal exista. Llamarles cómplices es afirmar que el holocausto animal podría continuar sin su participación (como si los explotadores y los matarifes estuvieran en sus puestos de trabajo por gusto y no porque en concreto el consumidor le pague su sueldo con sus compras), y eso no es cierto en absoluto.

Por tanto creo que lo más adecuado es que reflexionemos al respecto y en lugar de seguir llamándoles a "dejar de ser cómplices" de todo esto, lo correcto son expresiones como "deja de originarlo" o al menos "deja de financiarlo".

Seguiré tratando otras expresiones en el futuro, ya que como decía al principio, me parece que nosotr@s mism@s en primer lugar debemos ser muy cuidados@s en el uso del lenguaje e ir matizando expresiones que al final de forma involuntaria e inconsciente, hace que nosotr@s mism@s sin quererlo por no haberlo reflexionado suficientemente en ocasiones, entremos en el juego del especismo en el lenguaje.



Go vegan